Cultivar un cafetal del tamaño de Bolivia significa fortalecer lazos de convivencia en lo humano mientras sembramos esperanzas que refuerzan la producción y la competitividad.

Estamos proponiendo un modelo productivo de base ancha, con sostenibilidad e inclusión, y con la misma lógica en la cadena productiva y posibilidad de replicarse en todo Bolivia, aproveche las experiencias del cacao, asaí, amaranto, quinua, arándanos, chía, castaña, almendra, palmito, miel…

¿Te imaginás un modelo que pueda ser compartido por 2.000.000 de productores en las 50 hectáreas que poseen?

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